25 de mayo de 2007

el reverso de los finales



huyo del sujeto. es decir, yo huyo del sujeto. cortadora de pasto. le llamo césped. que no es lo mismo. el sistema organizado hace la diferencia. invento un sistema todos los días dónde nada vale menos la pena. huyendo. no hay sujeto.



22 de mayo de 2007

IX



Al cabo de cien años hasta las ratas se quejan: digo cien años y parece un siglo. Hay un aparador deformado cubierto de cenizas. algún papel que se quema nos da un ejemplo del infierno del fuego de hace cien años, que bien pudo arder hace minutos. No me arriesgo a hundir los dedos en la escarcha que cubre las paredes. Hubo un intento. Supo fallar.



30 de abril de 2007

VIII



Nota de madrugada :


No soy un copo de nieve hermoso y único.


27 de abril de 2007

VII

Me nombra lo triste. Me maquilla despacio para la hora final. Si una mujer es asi, dónde están sus hijos? Yo puedo cerrar las manos, los ojos, las bocas, y repetir en medio del fuego : supe morir, supe morir. Y en todo el segundo que sigue estar cubierta de césped. No. Despedirte es decirme que fuimos mentira.

24 de abril de 2007

VI


Anular la posibilidad. Fragmentar la caida para atenuar los golpes. Tibia, sonreir a la desdicha de rozar el frío borde de la sílaba. Esperaste torbellinos. Tuviste tormentas de belleza y ternura. Asi los días durante meses... pero qué aprendió tu máscara de su reflejo? que aprendió tu muerte de tu vida?


3 de abril de 2007

V


la escuché decir tantas veces que se sentía sola, pobre, maquillada. tontita Amapola, deberías haberte muerto cuando te parí. eso que llamás justicia es un resbaloso lujo que acá no nos damos. de pies y manos, así. tu gracia cayó en desuso como este dios del cielo: con celeridad macabra. de pies y manos, así. y ya no me intimida ese desconsuelo que llorás. otra vez el aleteo te distrae, y los espejos y las ranas del patio que pasean bajo la lluvia. pero esto que moldeo, que exhalo mirándote, es un suspiro, querida. a tu salud.

1 de abril de 2007

IV



vas a darme cuerda como un reloj. no voy a medir el tiempo en que das golpes en mi puerta para no entrar, pero conozco la justicia. existe. hubo en todos los rincones de la ciudad, vientos grises, maníacos. esa noche caminé hacia ningun lugar, caminé desde vos. la perspectiva lo cambia todo. hacía frío como acá, me acuerdo del paisaje tanto que podría romperlo. desordenar las veredas, correr los edificios, marcar los árboles. desde vos cualquier destino es amargo, mi amor.


24 de marzo de 2007

III. a

III


a veces pienso en mi nombre, nunca me gustaron las flores -ninguna-. no siento frío, pero el sol ya no me recuerda a nada. el olor de la madera vencida, del rocío, el árbol. podría descubrir por mi misma el estado holgado de las cosas; están, y alrededor de su eje de objeto hay un aire siniestro. ni el árbol me recuerda a un árbol, ni el rocío al agua, ni la madera a un mueble tibio. todo está marcado por alguien más. esta fue mi casa. ahora extranjera de visita, me muerdo los labios y llamo. me responde una carcajada que me hace temblar.

21 de marzo de 2007

II


la destroza, pero no lo sabe, no lo sabe. hay un funeral y ningún cadaver. sin embargo, algo le susurra, algo se detiene en el aire y oye. pero ella no habla. la muerta era alimento de los pájaros. y no supe cuánto, cuánto tiempo me saborearon las luces del alba...


19 de marzo de 2007

I


que vengas a morir a la sombra, pero no mires (no te antecede nadie). oimos como suena la muerta dándose palmadas a oscuras. las dos tapamos los cristales, Amapola, y alzamos la vista para despedirte. una nena muy chiquitita y que no tendría q sufrir, está sufriendo... y no sé puede hacer nada para que se deje de sentir asi. somos dos, nadie más nos tiene, nos tenemos. tomamos té abrazadas frente a la ventana del este del mundo. se enfría. querés, Amapola... querés?