27 de abril de 2007

VII

Me nombra lo triste. Me maquilla despacio para la hora final. Si una mujer es asi, dónde están sus hijos? Yo puedo cerrar las manos, los ojos, las bocas, y repetir en medio del fuego : supe morir, supe morir. Y en todo el segundo que sigue estar cubierta de césped. No. Despedirte es decirme que fuimos mentira.

1 comentario:

Maciek dijo...

Nunca es tarde para los comentarios. Creo que hoy en día hay dos cosas que juegan a perpetuarse: la palabra (ella lo consigue), y lo que se escribe en los blogs.

Creo que un disclaimer como el tuyo, sobra al leerte. La melancolía que desprenden tus palabras y ese abuso de comas que marca el ritmo de la respiración es una combinación divina: eso es armonía.

Opinar sobre el contenido es complicado, hay demasiado sentimiento expuesto y cualquiera tendría su punto de vista subjetivo, eso implicaría demostrar sentimientos y ni da xD. Pero voy a rescatar tu ultima frase: "Despedirte es decirme que fuimos mentira.". Muy cierto, las despedidas son el amanecer del deseo de olvido, y olvidar es una forma de mentir...

Saludos.